martes, 26 de enero de 2016

Más frío que pescando focas

Sí, amigas y amigos, ¡hace un frío que pela! Los periódicos ya lo anunciaban desde hacía días, pero no nos lo queríamos creer.
¿Va a hacer 10 grados bajo cero en Suzhou?
No ha llegado a tanto, pero sí hemos tenido -7. Aunque, la verdad, yo me lo he perdido casi todo porque estaba en Shenzhen y Hong Kong. Allí tambien hacía un frío que pelaba. 5 grados en Hong Kong es mucho frío, y las casas no tienen ni aire acondicionado caliente.

A Shenzhen fui cortesía de mi empresa porque era la fiesta de Año Nuevo Chino. Organizaron el fastuoso evento en una sala muy grande, con un escenario y una pantalla muy profesionales, como el año pasado. La comida, como el año pasado, ni estaba buena ni era abundante. Debe ser normal en las fiestas de año nuevo chino de Shenzhen. Esta vez no gané ningún premio en el sorteo. ¡Ooooh!
La sala.
Un baile que hicieron los de algún departamento. Moló un huevo.

El fin de semana lo pasé en Hong Kong con mi amiga G., que vive allí. Como hacía frío no hicimos mucho aparte de comer y pasear por centros comerciales.
Venga gente.

¿Qué compré? Pues potingues en el Sasa, porque lo demás estaba todo carísimo. Los botines con descuento a 1500 HKD. ¡Están locos!
También compré estos hongbaos tan monos. Son unos sobres donde se mete dinero y se da en las bodas o en el año nuevo.

En China se dice que la gente del norte no podría aguantar un invierno en el sur. En el norte puede hacer 20 grados bajo cero, sí, pero llegas a tu casa y se está calentito porque hay calefacción. En el sur, más o menos de Nanjing hacia abajo, no hay calefacción y nos pelamos el culo de frío en casa. Si hace 10 grados fuera, en tu casa hace los mismos, o incluso menos si hay humedad y no da el sol.
En Beijing recuerdo estar en la habitación de la resi con una manga, y a veces tenía que abrir la ventana porque hacía demasiado calor (y en la calle hacía -10). Aquí estoy envuelta en chaquetas y siempre tengo las manos y los pies congelados. Por mucho que me ponga capas y capas, me quedo pajarito si hace menos de 14-15 grados en la habitación. Y bueno, aquí por lo menos tenemos el aire acondicionado caliente, que en Shenzhen y Hong Kong no tienen ni eso. Pero claro, allí el invierno frío dura dos semanas y aquí cuatro o cinco meses...

Invierno en el norte vs. invierno en el sur.

Mi pobre aloe se ha congelado en la terraza y se ha quedado blandurrio.

Estamos como el snow doge, con el moquillo congelado.

Se supone que esta semana subirán las temperaturas. A ver...

martes, 19 de enero de 2016

Palabras malsonantes

¿Qué es lo primero que se quiere aprender siempre cuando se empieza a estudiar un idioma? ¿Aparte de esos ñoños que quieren saber cómo se dice "te quiero"? Pues, los insultos, las palabrotas, las groserías... ¿verdad? Aunque no quieras saberlo, alguien te lo dice y se te queda. O por lo menos yo no sé decir "hola" en polaco, pero sí sé decir "señora de vida alegre".

Cuando empecé a estudiar chino en la uni en Granada, allá por el Cretácico inferior, recuerdo que le pedimos al profesor Zhang que nos enseñara algún insulto. La mayoría de los profesores son personas decentes y educadas que no enseñan este tipo de palabras, así que lo que nos respondió fue: 你不是东西. Literalmente, "no eres una cosa". No eres nada, supongo que querrá decir. En chino suena tan repipi como en español, y evidentemente nunca he oído a nadie utilizar esa expresión.

Usar palabras malsonantes en un idioma que no es el tuyo es complicado porque muchas veces no estás seguro de la gravedad del asunto. Especialmente en España, donde usamos palabrotas con una alegría acojonante (¡hola!). Todo el mundo sabe que en inglés no se puede decir la palabra de cuatro letras que empieza por "c" porque es extremadamente grave, aunque en España esta misma palabra, también con "c" y también de cuatro letras, no se nos caiga de la boca.

En China también se insulta menos que en España. Lo que más se oye, especialmente cuando se va en coche, es 他妈的 tamade, que literalmente significa "su madre". Algún 操 cao ("joder") también se oye. Hace años se puso de moda en internet la gracieta de 草泥马 caonima, que literalmente significa "caballo de hierba y barro" pero que suena como que le hagan algo a tu mamá.

Las alpacas en el internet chino son un mensaje contra la censura.

En los conciertos, cuando la gente joven está alborotada y disfrutando de la canción, le gritan al grupo 牛逼 niubi, que significa aparato reproductor de la vaca, en versión vulgar. El segundo carácter en realidad no significa eso, porque ese carácter tan feo no sé cómo se escribe.

Cuando alguien de confianza te está pidiendo algo que no quieres hacer, o proponiendo un plan poco apetecible, le puedes decir: 放屁 fangpi, "tirarse un pedo", algo así como nuestro "y una mierda". Los chinos son bastante escatológicos, en eso sí se parecen a los españoles.

Muchas expresiones chinas que se usan para meterse con otras personas tienen que ver con el cerebro:
神经病 shenjingbing: "problema mental". Esto se dice cuando alguien hace una gilipollez.
脑子进水了 naozi jin shui le: "le ha entrado agua en el cerebro". Lo mismo.
脑子有病 naozi you bing: "tiene un problema en el cerebro". Ídem.

Hay que tener cuidado con cómo se usan estas palabras. Los chinos parecen tranquilos, pero la verdad es que llegan a las manos con una velocidad asombrosa. Un pique entre dos coches, dos palabras de más y se puede acabar a puñetazos en el medio de la circunvalación. Con un corrillo de gente alrededor observando la tunda.

lunes, 11 de enero de 2016

Música en directo en Suzhou

Antes solo quería que llegara el fin de semana para pasármelo entero en mi casita, tirada en el sofá y haciendo cosas de estar por casa. Ahora que estoy en casa sola todo el día, vuelvo a tener ganas de salir los fines de semana. Lógico, ¿no?

El sábado fuimos a cenar con un amigo de C. y su mujer. Hacía meses que no los veíamos. Me caen especialmente bien porque no me tratan como si fuera extranjera. Nunca han comentado nada sobre mi nivel de chino. Me hablan y ya está. El chico es guitarrista en un grupo de post rock y también me cae bien porque me habla de grupos sin presuponer que no los voy a conocer (aunque cómo voy a conocer a un grupo griego de post rock que ha encontrado por casualidad en internet, jajaja). Aprendí que, en chino, math rock se dice 数学摇滚. Vamos, literalmente traducido del inglés.

El mundillo musical de Suzhou es muy pequeño, si tenemos en cuenta que es una ciudad de 6 millones de habitantes. Prácticamente solo hay una sala de conciertos, y algunos bares con escenario. Pues este amigo nos dijo que van a cerrar la sala, que se llama Wave Livehouse, porque no tienen dinero suficiente para pagar el alquiler anual.

Qué pena me da que vayan a cerrar. ¿Dónde van a tocar ahora los grupillos que vengan a Suzhou? Bueno, supongo que no vendrán, directamente. Nuestro amigo dijo que ni en Beijing o Xi'an, lugares con tradición rockera, se puede mantener una sala de conciertos. Pues en Suzhou... menos aún. Pero no sé si esta noticia está confirmada.

En la Wave hemos visto a muchos grupos interesantes, como Li Dong (立東, folk), Ego Fall (颠覆M, metal con folk mongol) o Wang Wen (惘闻, post rock).
Ego Fall en la Wave.

Ayer en un festival benéfico en el que recaudaban fondos para un refugio de perros y gatos callejeros tocaba un bajista que conocemos y nos invitó a ir el martes a una jam en la Wave. Pues iremos a apoyar. Espero que no sea la última.

martes, 5 de enero de 2016

El nuevo año

Pues ya es 2016. Y como cantaban Death Cab for Cutie, so this is the new year and I don't feel any different.


No hemos hecho gran cosa durante los tres días de vacaciones. Cocinar, comer, salir a comer, ver películas (Mr. Six y In the heat of the sun).

Ya estoy completamente instalada en mi nueva oficina en casa.


El portátil lo tengo abandonadísimo. Está ahí, metido en el hueco entre la mesa y la cajonera. Lo enciendo una vez a la semana, si acaso. A ver si cuando termine la página web que estoy traduciendo tengo tiempo y me pongo a ordenar y copiar fotos, que cualquier día peta (tiene casi 6 años) y me llevo un disgusto.

Trabajar en casa es cómodo pero estoy más sola que la una, claro. Con Nico pocas conversaciones puedo tener. Salgo de casa para pasearla y, a veces, para ir a comer o a alguna tienda por aquí cerca. Muy cerca de la entrada del residencial he descubierto un restaurante en plan cantina. Me recuerda al comedor de la empresa donde trabajaba antes, pero con algo más de variedad. Quiero cocinar más en casa, que aquí en los restaurantes se emocionan demasiado con la sal y el glutamato monosódico.

El restaurante/cantina.